1. Definición y elementos que lo configuran.
Según Félix López, en su artículo “Evolución de los vínculos de apego en las relaciones familiares”, el apego es el vínculo afectivo que una persona establece con otra persona del sistema familiar que le permite establecer un lazo emocional que le impulsa a buscar la intimidad y el contacto con ella.
Félix López diferencia tres elementos:
1. Conductas de apego.
2. Representación mental del apego (símbolo).
3. Sentimientos de apego.
Estos tres elementos se manifiestan durante el ciclo vital y son necesarios para que se produzca el vínculo afectivo.
Por tanto no se puede entender el apego sin considerar la función adaptativa que él mismo tiene para el sistema familiar.
2. Funciones del apego.
El apego permite la adaptación de los niños y de los adolescentes y del propio sistema familiar.
Tiene la función de supervivencia de los hijos al estar junto a sus progenitores, los cuáles les ofrecen una serie de atenciones que necesitan para un buen desarrollo y crecimiento. A medida que los hijos van madurando, el apego cumple funciones de apoyo recíproco.
Desde el punto de vista más subjetivo, el apego tiene una función de seguridad emocional en la persona, pues las figuras de apego con las que ha establecido el vínculo le aceptan de forma incondicional, le protegen y le ofrecen los recursos necesarios para su bienestar.
3. Estilos de apego.
3.1. APEGO SEGURO
Las personas con apego seguro tienen mayor capacidad de compromiso, mayor satisfacción en la comunicación, toman decisiones más acertadas y seguras y les va mejor en las relaciones de pareja. Para ellas las relaciones afectivas son más positivas, pues son capaces de sentirse amados y mantienen relaciones más realistas.
3.2. APEGO AMBIVALENTE.
Las personas con apego ambivalente suelen seleccionar peor a las parejas, y mantienen relaciones inestables e inseguras. A pesar de esto se encuentran con serias dificultades para tomar la decisión de separarse aunque tengan razones para hacerlo.
Suelen pensar que el amor es lo más importante de la vida aunque ellos lo consideren un tema difícil. Además suelen creer que son amados menos de lo que realmente merecen, y tienden a ser poco críticos consigo mismos.
Una situación especial en la que se produce conflicto entre la conducta afectiva y la conducta de alejamiento, es la que se produce cuando la figura de apego es también la que provoca temor, al recurrir, quizás, a amenazas o actos de violencia. En esas condiciones, las criaturas más pequeñas no suelen huir de la figura hostil, sino aferrarse a ella (Bowlby, 1985; 1998).
3.3. APEGO INSEGURO EVITATIVO.
Este tipo de apego es característico de aquellas personas que aparentemente viven solas, que les cuesta comprometerse con la pareja, que muestran relaciones con cierta distancia y con poca intimidad emocional, y que toman la decisión de separarse con menos dificultad que las anteriores y, aparentemente, con menos dolor.
Suelen pensar que el amor no existe en realidad, que es una invención literaria y cultural, y que las relaciones entre las personas están marcadas por la satisfacción de intereses mutuos.
Cuanto más estable y previsible sea el régimen en el que se cría, más firmes son los vínculos de afecto del pequeño; cuanto más imprevisibles y sujetos a interrupciones sea ese régimen, más caracterizado por la ansiedad será ese vínculo (Bowlby, 1985; 1998).
Volver a Interacciones Familiares
Volver a Interacciones Familiares
No hay comentarios:
Publicar un comentario